Why am I losing hair?

¿Por qué estoy perdiendo cabello?

La pérdida de cabello puede ser causada por una variedad de factores, incluidas enfermedades, deficiencias nutricionales, ingesta inadecuada de alimentos, estrés, quimioterapia y enfermedades autoinmunes.

La evidencia científica ha arrojado luz sobre estas causas, proporcionando información valiosa para comprender y abordar la pérdida del cabello.

Antes de profundizar en más detalles, consulte este producto que fortalece su cabello desde adentro hacia afuera:

Elemento Derecho – Colágeno Marino Líquido

El colágeno marino líquido Right Element está formulado para ayudar a mejorar el grosor del cabello y estimular el crecimiento, al tiempo que brinda a los usuarios uñas más fuertes y una piel de aspecto más saludable.

Ciertas enfermedades y afecciones médicas pueden contribuir a la caída del cabello. Por ejemplo:

  1. Alopecia areata Es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunitario ataca por error los folículos pilosos, lo que provoca una caída del cabello repentina y, a menudo, irregular. Se cree que es el resultado de una combinación de factores genéticos y ambientales. En algunos casos, puede producirse la pérdida completa del cabello en el cuero cabelludo (alopecia total) o la pérdida total del cabello en el cuerpo (alopecia universal). Aunque se desconoce la causa exacta, se cree que se trata de una disfunción del sistema inmunitario que altera el ciclo de crecimiento del cabello.
  1. Alopecia androgenética, La alopecia androgenética, comúnmente conocida como calvicie de patrón masculino o femenino, es la forma más común de pérdida de cabello. Está influenciada por factores genéticos y desequilibrios hormonales. En los hombres, la pérdida de cabello suele comenzar con entradas y adelgazamiento en la coronilla, mientras que en las mujeres, suele presentarse como un adelgazamiento generalizado del cabello. La alopecia androgenética está influenciada por la hormona dihidrotestosterona (DHT), que provoca la miniaturización de los folículos pilosos y acorta la fase de crecimiento del cabello.
  1. Efluvio telógeno Es una forma de pérdida temporal del cabello que se caracteriza por un aumento en la caída del mismo. Puede desencadenarse por diversos factores, como estrés físico o emocional, cambios hormonales, deficiencias nutricionales, cirugía mayor o ciertos medicamentos. Esta afección interrumpe el ciclo de crecimiento del cabello, provocando que un mayor número de folículos pilosos entren simultáneamente en la fase de reposo (telógena), lo que provoca un aumento en la caída del cabello.
  1. Trastornos de la tiroides: Los desequilibrios en las hormonas tiroideas pueden alterar el ciclo de crecimiento del cabello, provocando su debilitamiento o caída. Trastornos de la tiroides: Tanto el hipotiroidismo (tiroides hipoactiva) como el hipertiroidismo (tiroides hiperactiva) pueden contribuir a la caída del cabello. Las hormonas tiroideas desempeñan un papel crucial en la regulación del crecimiento del cabello y la función folicular. En el hipotiroidismo, la disminución de los niveles de hormonas tiroideas puede provocar debilitamiento y ralentizar el crecimiento del cabello. Por el contrario, el hipertiroidismo puede acelerar el ciclo de crecimiento del cabello, provocando un aumento de la caída y cabello quebradizo.
  1. Infecciones del cuero cabelludo: Las infecciones fúngicas o bacterianas del cuero cabelludo, como la tiña de la cabeza (tiña), la foliculitis o la celulitis, pueden causar inflamación y daño a los folículos pilosos. Esto puede provocar una caída del cabello localizada o difusa, según la gravedad y la extensión de la infección.
  1. Tricotilomanía: Un trastorno psicológico que se caracteriza por arrancarse el cabello de manera compulsiva, lo que puede provocar una pérdida notable del cabello.
  • Quimioterapia: Los fármacos quimioterapéuticos son potentes medicamentos que se utilizan en el tratamiento del cáncer para destruir las células que se dividen rápidamente, incluidas las cancerosas. Desafortunadamente, también afectan a otras células del cuerpo que se dividen rápidamente, como los folículos pilosos. Como resultado, la caída del cabello inducida por la quimioterapia, conocida como alopecia inducida por quimioterapia, es un efecto secundario común. La caída del cabello puede ocurrir en el cuero cabelludo, las cejas, las pestañas y otras zonas del cuerpo. La extensión y el recrecimiento del cabello después de la quimioterapia varían según los fármacos específicos utilizados y factores individuales.
  • Estrés emocional: Experimentar altos niveles de estrés emocional o psicológico puede provocar una afección conocida como efluvio telógeno, que provoca un aumento de la caída del cabello. El estrés puede interrumpir el ciclo normal de crecimiento del cabello, impulsando muchos folículos pilosos a la fase de reposo (telógena) de forma prematura. Esto provoca una caída excesiva del cabello varios meses después del evento o período estresante. Si bien no se comprenden completamente los mecanismos exactos, se cree que las hormonas del estrés y los cambios en la función inmunitaria influyen en el desencadenamiento del efluvio telógeno.
  • Cambios hormonales: Las fluctuaciones hormonales pueden influir en el crecimiento del cabello y contribuir a su caída. Algunas causas hormonales específicas incluyen:
  1. Embarazo y parto: Los cambios hormonales durante el embarazo pueden prolongar la fase de crecimiento del cabello, lo que resulta en un cabello más grueso y abundante. Sin embargo, después del parto, una caída repentina de los niveles hormonales puede provocar una caída excesiva del cabello, conocida como caída del cabello posparto.
  1. Menopausia: Los cambios hormonales durante la menopausia, específicamente una disminución en los niveles de estrógeno, pueden provocar el adelgazamiento y la pérdida del cabello en algunas mujeres.
  • Deficiencias nutricionales:

La ingesta inadecuada de ciertas vitaminas y minerales puede afectar la salud capilar y contribuir a su caída. Investigaciones científicas han destacado las siguientes deficiencias:

  1. Deficiencias de vitaminas y minerales : Las deficiencias de vitaminas A, D, E y varias vitaminas del complejo B, así como de minerales como el zinc y el selenio, pueden afectar la salud capilar y contribuir a su caída. Deficiencias de vitaminas del complejo B: La biotina, la niacina y otras vitaminas del complejo B desempeñan un papel esencial en el crecimiento del cabello, y la deficiencia de estos nutrientes puede contribuir a su caída.

Deficiencia de vitamina D: los estudios sugieren que los niveles bajos de vitamina D pueden estar asociados con la pérdida del cabello, aunque los mecanismos exactos no se comprenden completamente.

  1. Deficiencia de hierro: El hierro es fundamental para el crecimiento saludable del cabello, y unos niveles insuficientes de hierro pueden provocar el debilitamiento del cabello y una mayor caída del mismo.
  • Ingesta inadecuada de alimentos:

La mala nutrición, las dietas drásticas o los patrones alimentarios restrictivos pueden privar al cuerpo de nutrientes esenciales, lo que afecta la salud capilar. La falta de proteínas, vitaminas y minerales necesarios para el crecimiento del cabello puede provocar el debilitamiento de los folículos pilosos y un aumento de la caída del cabello. Deficiencia de proteínas: El cabello está compuesto principalmente de proteínas, por lo que una ingesta insuficiente de proteínas puede debilitar los folículos pilosos y provocar la caída del cabello.

  • Enfermedades autoinmunes:

Ciertos trastornos autoinmunes pueden afectar los folículos pilosos, provocando la caída del cabello. Además de la alopecia areata, otras enfermedades autoinmunes que pueden contribuir a la caída del cabello incluyen el lupus eritematoso sistémico (LES) y el liquen plano pilar. Estas enfermedades implican un ataque del sistema inmunitario a los folículos pilosos, lo que resulta en diversos grados de caída del cabello.

Diagnosticar las causas específicas de la caída del cabello suele requerir una evaluación integral que puede incluir diversos métodos de diagnóstico. A continuación, se presentan algunos enfoques comunes utilizados por los profesionales de la salud:

  • Historial médico y examen físico:

Un historial médico detallado, que incluya preguntas sobre antecedentes familiares de caída del cabello, enfermedades recientes, uso de medicamentos y estilo de vida, puede brindar información valiosa. Un examen físico del cuero cabelludo y el cabello puede ayudar a identificar cualquier signo o patrón visible de caída del cabello.

  • Los análisis de sangre pueden evaluar factores específicos relacionados con la caída del cabello, como:
  1. Hemograma completo: determina si hay anemia u otras anomalías sanguíneas.
  2. Pruebas de función tiroidea: evalúa los niveles de hormona tiroidea, ya que los desequilibrios pueden contribuir a la caída del cabello.
  3. Niveles hormonales: pruebas de los niveles de andrógenos (por ejemplo, testosterona) para descartar causas hormonales.
  4. Niveles de vitaminas y minerales: mide los niveles de nutrientes como hierro, vitamina D y vitaminas B para identificar deficiencias.
  • Biopsia del cuero cabelludo: En ciertos casos, se puede recomendar una biopsia del cuero cabelludo para examinar una pequeña muestra de tejido. Este procedimiento puede ayudar a identificar afecciones específicas del cuero cabelludo o trastornos autoinmunes que afecten a los folículos pilosos.
  • Tricoscopia Implica el uso de un dispositivo portátil especial para examinar el cuero cabelludo y los folículos pilosos en detalle. Puede ayudar a identificar afecciones específicas del cabello y del cuero cabelludo, como la miniaturización de los folículos pilosos o patrones característicos asociados con diferentes tipos de pérdida de cabello.
  • Dermatoscopia Es una técnica no invasiva que utiliza un dispositivo portátil con aumento y luz para examinar el cuero cabelludo y los folículos pilosos. Puede ayudar a identificar características y patrones específicos asociados con diferentes afecciones del cabello y el cuero cabelludo.

Es importante tener en cuenta que diagnosticar la causa específica de la pérdida del cabello requiere una evaluación médica y una consulta con un profesional de la salud.

Pueden evaluar su historial médico, realizar pruebas apropiadas y brindar un diagnóstico preciso para orientar las opciones de tratamiento específicas para su afección.

Regresar al blog